Digno de confianza pdf
Observemos aqu que una religin que no demanda el sacrificio absoluto de todas las cosas, tampoco tiene el poder para producir la fe necesaria para vida y salvacin. Porque desde la primera etapa del hombre, la fe necesaria para gozar de vida y salvacin jams pudo obtenerse. El Seor ama a todos sus hijos, pero algunos merecen ms confianza que otros.
El amor es un atributo del que ama y, una vez que se desarrolla, se da sin condiciones. Pero no as con la confianza. No sera maravilloso ser amado y a la vez ser digno de confianza?
El Seor nos ha dado el Evangelio y la Iglesia como medios para lograr esa meta. Se ha dicho que la verdadera vala de un hombre se puede medir, no por lo que tiene, sino por lo que le pueden prestar, o sea, hasta qu grado se le puede confiar el dinero de otras personas.
Los banqueros usan una frmula para determinar a quin pueden confiarle el dinero del banco. Creo que esa frmula puede tambin aplicarse a la confianza espiritual o moral.
De hecho, no veo cmo se podra diferenciar la integridad de una persona en funciones comerciales, personales o en la Iglesia, etctera. Usualmente manejamos los bienes del Seor igual que manejamos los nuestros. Entre los miembros de la Iglesia, una forma que el Seor usa para determinar si somos dignos de su confianza dentro del reino es ver lo que hacemos en nuestros asuntos personales.
Jess dijo: Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando stas falten, os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo muy poco, tambin en lo ms es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, tambin en lo ms es injusto.
Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, quin os confiar lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, quin os dar lo que es vuestro? Lucas Tengamos en mente que el pasaje anterior tiene implicaciones eternas, as como temporales. Si no somos dignos de confianza en las cosas telestiales, quin nos va a confiar jams las cosas celestiales? La frmula bancaria para determinar si se le puede confiar a alguien el dinero del banco consiste en examinar el carcter, capacidad y capital del solicitante.
De manera semejante, el Seor analiza esas tres caractersticas para darnos sus bendiciones y su confianza. Al llamar pastores para guiar al rebao, los siervos del Seor tambin deben examinar, hasta donde lo permitan las circunstancias, el carcter, la capacidad y el "capitaF de los que son llamados. Tal vez no nos damos cuenta, pero en las reuniones de lderes en la Iglesia, tarde o temprano, a todos se nos menciona y se nos considera para los llamamientos necesarios.
En esas reuniones se habla de nosotros, con amabilidad y gran comprensin, con respecto a nuestro carcter, capacidad y "capital". Por supuesto, la razn principal de considerar nuestro nombre es que los lderes de la Iglesia constantemente andan buscando ms lderes que estn preparados para servir en la obra del Seor.
En gran parte, liderismo significa gente de confianza. Por eso la bsqueda de lderes es una evaluacin ferviente y cuidadosa del carcter, capacidad y capital moral de los miembros de un barrio o rama.
Podramos decir que los banqueros espirituales estn en una "junta sobre prstamos" para determinar quin es digno de un "prstamo espiritual". Es decir, a quin se le pueden confiar los asuntos del Seor. Carcter Un banquero temporal es un mayordomo que a su cargo tiene el dinero que regularmente no le pertenece, pero por el cual es responsable. Por eso debe tomar toda precaucin posible para otorgar prstamos nicamente a quienes pueden y estn dispuestos a pagar. El banquero espiritual es un mayordomo de la reputacin del nombre de la Iglesia de nuestro Salvador.
Ese nombre debe permanecer limpio de vergenza o difamacin ante el mundo, por lo que los mayordomos de la Iglesia deben tomar toda precaucin razonable para extender llamamientos nicamente a aqullos en quienes se puede confiar que mantendrn sagrado el nombre de la.
Iglesia de Cristo. Y es un placer decir, y hemos de reconocer, que en su mayora los que son llamados cumplen bien con su cometido. Un banquero tiene que examinar el carcter del solicitante de un prstamo en trminos muy parecidos a los que usa David en el Salmo Jehov, quin habitar en tu tabernculo? Quin morar en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazn El que aun jurando en dao suyo, no por eso cambia.
La persona que solicita un prstamo, promete pagarlo. Pero a veces fracasa el negocio en el que se invirti ese dinero: las cosechas pueden perderse; la empresa comercial no tiene el xito esperado, etctera.
Es entonces que ha "jurado en dao suyo". La persona honrada "no por eso cambia", sino que paga el prstamo tan pronto como le es posible. Un banquero debe poder sentir que est tratando con esa clase de persona, o sea, con alguien que no faltar a sus compromisos ni saldr con la excusa de que el prstamo no le sirvi, y que pagarlo le va a salir ms caro de lo que se imaginaba.
Si el banquero duda de la base moral del solicitante y piensa que ste pagar slo cuando las cosas salgan bien, no lo considerar digno de confianza y no se otorgar el prstamo. Desde luego, el Seor nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos. Y su deseo, su obra y su gloria es darnos la vida eterna y la inmortalidad, y todo lo que l tiene. Por eso nos trata como si fuera un banquero, siempre procurando determinar hasta qu grado puede confiar en nosotros.
El Seor necesita saber si puede confiar en que haremos lo correcto, no importa bajo qu circunstancias nos encontremos. Y cuando determina que somos dignos de confianza a cierto nivel, nuestra "lnea de crdito" aumenta poco a poco, conforme nos va probando. Por ejemplo, Jos, cuando fue vendido en Egipto, trabaj al servicio de Potifar, y fue ascendiendo hasta llegar a ser el mayordomo. Pero la. Jos se encontraba lejos de su familia y de su hogar, no saba siquiera si los volvera a ver; absolutamente nadie sabra o le importara si l mantena sus principios morales.
Rendirse ante el pecado y los deseos de la esposa de Potifar hubiera sido una salida fcil para su dilema.
Por otra parte, l era un esclavo de confianza. Esclavo, es cierto, pero un esclavo de confianza. Potifar le haba confiado todo lo que posea. Sin embargo, si Jos desdeaba a esa mujer, se ganara una enemiga en la casa de su amo. Jos fue fiel a su noble carcter y a las enseanzas de su padre; no vacil; huy del pecado.
La crcel fue el resultado, porque la esposa de Potifar lo acus de intentar abusar de ella, y como evidencia mostr la ropa que Jos dej al huir. Jos pag caro el precio de la pureza; no obstante, haber obrado de otro modo hubiera mellado grande y trgicamente su carcter.
Siendo as, el Seor se hubiera rehusado, aos ms tarde, a confiarle la salvacin de la casa de Israel. Hubiera quedado en el olvido, en vez de ser considerado por futuros profetas como un prototipo de Cristo. Como otro ejemplo clsico tenemos a Nefi, cuya fortaleza de carcter lo hizo obedecer un mandamiento y emprender una misin muy peligrosa. Fcilmente pudo haber sido asesinado por el malvado Labn, cuando regres a Jerusaln para obtener las planchas. An as, sabiendo bien que el Seor preparara la va para que pudiera obtener las planchas, el no obedecer hubiera manchado su carcter.
El Seor comprob que poda confiar en Jos y en Nefi. Jos y Nefi saban a nivel intelectual que podan confiar en el Seor, pero sus experiencias les ensearon una nueva dimensin de la confianza vase Alma , 7. Ellos tenan que aprender por la experiencia; tenan que pasar por ella o incorporarla a su carcter, aun como el Hijo del Hombre "por lo que padeci aprendi la obediencia" Hebreos Esto no significa, por supuesto, que Jess primero fue desobediente.
Sabemos que no lo fue. Pero hay un aspecto del conocimiento que se logra solamente mediante la experiencia. Una cosa es que tengamos la capacidad de ser. Por eso, no hay substituto para la experiencia personal, o las pruebas que El Seor nos hace pasar. Una persona de carcter no slo testifica, sino que vive en armona con su testimono. Martn Lutero demostr el principio de ser leal a s mismo, cuando dijo ante sus acusadores: "Mi conciencia est atada por la palabra de Dios, y no puedo ni deseo retractarme de nada, pues no est bien actuar contra la propia conciencia.
Que Dios me ayude. De ah en adelante, Lutero tuvo que afrontar las consecuencias de esas palabras; su carcter lo exiga. Cuando Jos Smith compar su experiencia con la del Apstol Pablo y al hacerlo nos ense mucho sobre el carcter de ambos , dijo, refirindose a Pablo: "Vio una luz y oy una voz Pero nada de esto destruy la realidad de su visin.
Haba visto una visin, y l lo saba, y toda la persecucin debajo del cielo no iba a cambiar ese hecho". Entonces Jos Smith aadi su propio testimonio revelador, en cuanto a su experiencia personal: "Yo haba visto una visin; yo lo saba, y comprenda que Dios lo saba; y no poda negarlo, ni osara hacerlo" Jos smith-Historia 24, Jos Smith y el Apstol Pablo eran hombres de noble y firme carcter, en quienes el Seor saba que poda confiar sin importar a qu precio.
En ambos casos, el precio fue el martirio. El ser un miembro activo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das, forma en el individuo un carcter cristiano, es decir, si su participacin es por razones correctas. Y lo mismo se aplica a una misin de tiempo completo.
Hace muchos aos, el Presidente Harold B. Lee dio un discurso en la Universidad Brigham Young, en el que recalc la idea de hacer las cosas por razones o motivos correctos.
El centr ese principio en el hecho de ir a la misin. Enumer muchas razones equivocadas por las que podemos ir, tales como el deseo de ver el mundo, aprender otro idioma, satisfacer los deseos de los padres o la novia, y as. Explic que l saba que muchos iban a la misin por motivos equivocados, aunque al estar all aprendan y cambiaban a motivos correctos.
No obstante, seal el valor que tiene la motivacin apropiada desde el principio. La razn nica y correcta de toda la actividad en la Iglesia es, por supuesto, la edificacin del reino del Seor y el establecimiento de Sin.
La verdadera motivacin que hay detrs de esa razn es la caridad o el amor puro de Cristo, del que podemos llenarnos cuando nacemos de nuevo y recibimos el Espritu Santo. Ese amor se recibe como un don de Dios, pero tambin tenemos que hacer nuestra parte. Podramos decir que el carcter es la cualidad que nos lleva a hacer siempre las cosas correctas por las razones correctas. Eso sera lo ideal tanto en tratos de dinero como en cosas espirituales. Si siempre hiciramos eso, tanto el banquero como el Seor estaran complacidos.
Capacidad La capacidad que el banquero trata de descubrir en su cliente es la habilidad comprobada de cumplir lo prometido. El carcter es la intencin de cumplir. La capacidad es la habilidad para cumplir. La capacidad que el Seor quiere que desarrollemos es la habilidad de obrar como siervos productivos. El Seor nos ha dado talentos, dones, bendiciones y oportunidades. El espera que los magnifiquemos y los usemos en el servicio de los dems, para poder confiar en nosotros.
El siervo que haba recibido cinco talentos, entreg diez y recibi este elogio: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondr" Mateo El siervo que haba recibido dos talentos, entreg cuatro, y recibi el mismo elogio que el primero.
Pero el Seor castig al siervo negligente que haba recibido un talento, por no multiplicar lo que se le haba dado. El principio est claro: Al Seor le agrada ver que nuestra capacidad crezca, que se multiplique.
Le complace ver que sus siervos multiplican lo que se les ha dado en cuestin de talentos o responsabilidades. Es evidente que tambin los. Les agrada ver que se doble la cantidad de nuestros misioneros, el nmero de fieles miembros nuevos que entran a la Iglesia, la asistencia a la reunin sacramental, etctera. Yo creo que cada uno de nosotros tiene la sagrada responsabilidad de multiplicar su capacidad y actuacin en toda forma posible. Al hacerlo, justificamos la confianza que el Seor deposita en nosotros como siervos suyos.
Hay muchos campos, aparte del servicio a la Iglesia, en que podemos y debemos mantener un constante esfuerzo para incrementar nuestra capacidad. Por ejemplo: Podemos esforzarnos para aumentar nuestra capacidad profesional en nuestro trabajo.
Podemos esforzarnos para mejorar nuestra capacidad como padres y maestros. Podemos multiplicar nuestra capacidad como misioneros al hacer las "preguntas de oro" y compartir el evangelio con todos.
Podemos elevar nuestra capacidad como ciudadanos informados, como vecinos cristianos al dar servicio a otros, etc.
Todo esto no slo nos hara de mayor utilidad para el Seor, sino tambin nos abrira las puertas para recibir bendiciones materiales en nuestra vida. Los miembros activos de la Iglesia deben multiplicar tanto su capacidad espiritual como su capacidad temporal. Por eso es tan importante cumplir una misin.
Una misin de la Iglesia desarrolla el tipo de capacidad que nos hace dignos de confianza ante el Seor. Capital El banquero tambin hace un inventario del capital del cliente. Quiere saber de ese capital por las siguientes razones: 1 Como una reserva de la que dispone el cliente para cumplir con los pagos en caso de que, debido a una emergencia, tenga que pagar.
Ahora, considerando el lado espiritual de la moneda, podemos decir que el Seor busca en el individuo una reserva espiritual con la que pueda afrontar las emergencias que surgen en el reino. La total vala de un mayordomo, en sentido espiritual, incluye cosas tales como su buena relacin con Dios y con los hombres, sus dones espirituales activos y su estado actual de dignidad, su independencia del vicio y del pecado, y de cualquier otra cosa que pudiera desmerecer su utilidad al Seor o a su Iglesia.
Por lo tanto, el capital espiritual es la acumulacin moral que una persona ha logrado durante una vida justa. Ese capital constituye los bienes o reservas de los que puede hacer uso en tiempos de necesidad. Cmo podemos desarrollar el capital y las reservas espirituales? Debemos invertir tiempo estudiando las Escrituras y las palabras de nuestros profetas vivientes; debemos invertir comunicndonos constantemente con nuestro Padre Celestial; debemos invertir sirviendo a nuestros semejantes; debemos invertir amando al prjimo, incondicional y desinteresadamente; debemos invertir en la obra misional; debemos invertir siendo padres ms sabios, e hijos ms obedientes; debemos invertir multiplicando nuestra eficiencia en todo llamamiento.
Esas inversiones proporcionarn capital y reservas espirituales a tal grado que, en todo tipo de emergencia, el Seor podr verdaderamente confiar en que venceremos las tentaciones y frustraciones del mundo. Los pioneros mormones reunieron grandes reservas espirituales al invertir en el sacrificio.
Pudieron enfrentar cualquier desafo porque saban que sus vidas personales estaban en orden, y que eran favorecidos del cielo por los sacrificios que haban hecho al abandonar todo lo que tenan para poder seguir al Seor a travs de sus profetas. Sufrieron persecuciones;. No sera maravilloso que el Seor pudiera decir de todos nosotros lo que dijo de un miembro en particular, en una revelacin dada en Nauvoo en " La "C" de la Confianza es la misma del Carcter, la Capacidad y el Capital, ya sea que hablemos de la confianza en sentido temporal o espiritual.
En nuestros tratos diarios con nuestros semejantes debemos portarnos igual que como nos portamos con nuestros hermanos el domingo en la Iglesia; de lo contrario, somos hipcritas. Un hipcrita es un actor, representa un papel en la Iglesia y otro fuera de ella. La palabra hipcrita viene etimolgicamente de la palabra griega hypokrinesthai, que significa simular, o representar un papel; y se usaba la misma palabra para la actuacin en el teatro.
La hipocresa destruye las almas. Seremos sabios si conservamos nuestras vidas sin hipocresa, viviendo siempre con la nica mira de glorificar a Dios. Entonces ms fcilmente vendrn a nosotros la paz y el xito. Entonces nos sentiremos dignos de confianza. Como buenos banqueros, todos debemos evaluar con regularidad nuestro carcter, nuestra capacidad y nuestro capital.
El desenlace El obispo, fiel a su sagrado llamamiento, es digno de confianza. Piensa que si pierde su casa Pero si traiciona la confianza depositada en l Si el Seor permite que su casa se pierda Algunas pruebas son muy dolorosas! Ya no es la casa; ni los diezmos; ni nada inmediato. El dilema es un dilema para su alma. Si Dios lo prueba as, como prueba a los fieles, ser porque lo estar preparando para algo ms importante en la vida.
El Seor jams prueba innecesariamente! Como Jos en Egipto La decisin correcta puede ser la ms dolorosa. La ms difcil. Pero a la larga, es la nica que da esperanza eterna. El obispo sabe que quebrar su propio cdigo es destruir el sentido de la vida. El obispo, como Abraham, obedece sin pensar ya ms en las consecuencias. Esas, las consecuencias, se las encarga a Dios. El obispo deposita los diezmos el sagrado sistema que el Seor ha instituido para edificar su reino sobre la tierra y pone toda su confianza en Dios.
Porque Dios lo honr poniendo su confianza en l, y l s es digno de confianza. Aceptar la realidad tiene su mrito. Hablamos de resignacin inteligente, no de aspiracin derrotada. Si ser el mayor consiste en ser siervo de los dems, como lo ense Jess, entonces la grandeza se puede alcanzar en el mismo puesto donde actualmente nos encontramos.
La posicin ms importante en el mundo es la que hoy ocupamos. En lugar de ambicionar locamente, concentrmonos en servir donde estamos, y el Seor y sus siervos nos tomarn de la mano y nos llevarn a efectuar un servicio an mayor, aunque no est en "altas" posiciones. Por otro lado, claro est, no debemos eludir o rehuir las grandes responsabilidades. Si confiamos en Dios, todos nuestros obstculos e impedimentos sern pruebas y seales en el camino que l desea que tomemos. Una frase muy conocida de Reinhold Niebuhr menciona muy eficazmente parte de lo que deseo decir en este captulo: Dios, dame la gracia para aceptar con serenidad las cosas que.
Estas palabras nos traen a la mente imgenes de personas resignadas en sillas de ruedas, ciegos que son guiados por perros entrenados, y toda la gama de invalideces que sufre el ser humano debido a la herencia, accidentes o al medio ambiente. Nos hacen pensar en cosas tales como "la suerte", la guerra, y la situacin social del pas en el que vivimos. Sin embargo, tambin podemos admirar el caso de quienes, con ambicin sana, cambiando lo que s pueden cambiar, pueden llegar a ser lo que desean, y lo nico que les falta es decidir "qu sera lo mejor" para ellos, siempre que est de acuerdo con la voluntad de Dios.
Ejemplo de lo anterior lo fue el presidente Hugh B. Si su historia no fuera tan bien conocida, pensaramos que l "tuvo mucha suerte". En realidad, sufri grandes desilusiones y pruebas. Sin embargo no hay que olvidar que quienes alcanzan la grandeza a menudo sufren muchas pruebas que finalmente se tornan en su bien.
Adems, todo sufrimiento es relativo, esto es, el grado de sufrimiento depende de la clase de persona que seamos. De manera que lo que una persona puede considerar como poco, para otra puede ser causa de gran sufrimiento. Cuando el presidente Brown era un joven misionero en Inglaterra, tuvo un sueo en el que se vio a s mismo subiendo por una escalera. Cuando ya iba muy arriba, se le cay algo muy valioso, y tuvo que bajar a recogerlo. Entonces empez a subir otra vez, y esta vez pudo llegar mucho ms arriba que antes.
Despus de la misin, fue a ver a su abuela, que tena un don espiritual especial, y le pregunt el significado de su sueo. Ella le dijo que eso significaba que alcanzara posiciones muy altas en la Iglesia, y algo hara que las perdiera y fuera ignorado, pero que l lo sobrellevara y finalmente presidira en los ms altos concilios de la Iglesia.
Cuando l lleg a ser Autoridad General, relat esta historia en varias ocasiones. Siendo muy joven, el presidente Brown fue llamado a muchas posiciones, y a la edad de cuarenta y cinco aos fue presidente de una estaca en el rea de Lago Salado. Pocos aos despus, acept un nombramiento en una comisin estatal. En esa asignacin se vio sujeto a las presiones de fuerzas y conflictos polticos en una atmsfera cada vez ms difcil de desafos y crticas injustas.
En medio de esa turbulencia fue relevado como presidente de Estaca, lo cual constituy una prueba muy dura para l. Pero despus se cumplieron el sueo y la interpretacin. Fue llamado a servir en el ms alto concilio de la Iglesia. Mientras tanto, haba hecho una distinguida carrera en el ejrcito, en leyes, ctedra universitaria y negocios.
Menciono lo anterior como introduccin a mi historia favorita en cuanto a la resignacin inteligente, es decir, aceptar las cosas que no podemos o no debemos cambiar. El autor del siguiente relato es el presidente Brown, y se basa en dos episodios de su vida. Una vez fue ignorado en una promocin para un alto rango en el ejrcito canadiense. Eso fue algo terrible para l, pues haba determinado hacer una carrera militar. Ahora se daba cuenta de que sera muy difcil, si no imposible, que un mormn alcanzara el rango de general, ya que l no beba, ni alternaba con sus colegas de la manera que se consideraba necesaria en ese tiempo y lugar.
De hecho, entre amigos mencion que eso le dijeron cuando lo ignoraron para la promocin. Aos ms tarde, se dio cuenta de que el fin de su carrera militar fue el comienzo de algo que le trajo una vida ms til y ms satisfactoria que la que hubiera tenido si hubiera cumplido sus aspiraciones militares.
El Presidente Brown contaba otro episodio relacionado con la poda de un rbol frutal. Con su rica imaginacin, el Presidente Brown vio esas dos experiencias como una gran parbola para muchos de nosotros. Creo que vale la pena mencionarla aqu, pues tiene mucho que ver con el mensaje que deseo transmitir en este captulo.
Parbola del jardinero y el rbol frutal Al rayar el alba, un jardinero se puso a podar sus rboles frutales. Entre ellos estaba uno que haba producido muchas ramas, por lo que el jardinero temi que diera poco fruto.
As que empez a podarlo, cortando aqu y all, y volviendo a cortar. Cuando termin, no quedaban del rbol sino unas cuantas ramas unidas al tronco. Con ternura el jardinero dirigi la vista hacia el rbol, que pareca haber quedado muy triste y lastimado.
Casi poda ver una lgrima en cada rama donde el machete haba cortado. El pobre rbol pareca querer hablarle, y le pareci oir que le deca: "Cmo pudiste ser tan cruel conmigo, t que dices ser mi amigo, que me plantaste y me has cuidado desde que yo era nada ms que un retoo, y me cultivaste con el afn de que creciera?
No viste cunto haba crecido? Ya estaba casi tan alto como los otros rboles, y en poco tiempo hubiera llegado a ser como ellos. Pero me has cortado las ramas; he perdido mis hojas verdes y atractivas, y hasta mi dignidad entre todos los rboles del huerto". El jardinero observ al rbol sollozante, y escuch sus quejas con compasin.
Le respondi con toda bondad: "No llores; lo que te hice era necesario para que pudieras ser un rbol valioso en mi huerto. T no eres un rbol de sombra, o para dar abrigo a las aves en tus ramas. Te plant para que dieras fruto; si quiero fruta, no podra obtenerla de otros rboles, por ms altos y frondosos que sean. No, amigo rbol, si yo hubiera permitido que siguieras creciendo como ibas, toda tu fuerza se hubiera ido en las ramas; tus races no hubieran desarrollado firmeza, y se hubiera frustrado el propsito por el que te traje a mi huerto.
Tu lugar lo hubiera ocupado otro, pues habras sido estril. No debes llorar; todo esto resultar en tu bien, y algn da, cuando veas las cosas con ms claridad y ests cargado de fruto exquisito, me agradecers y dirs: 'Mi jardinero era sabio y de veras me amaba.
Aos despus, el jardinero mismo se hallaba en otras tierras, y estaba progresando. Estaba orgulloso de su posicin y tena ambiciones y planes para el futuro. Un da se produjo una importante vacante en su trabajo y l era el indicado para ocuparla. La meta a la que aspiraba estaba ahora a su alcance, y se senta muy satisfecho del progreso tan rpido que haba logrado.
Mas por alguna razn desconocida para l, se escogi a otro en su lugar, y l fue llamado a ocupar otro puesto relativamente sin importancia y eso result en que sus amigos pensaran que era un fracasado. El ex jardinero lleg a su casa, se arrodill a la orilla de su cama y empez a llorar. Saba que ya no haba esperanzas de que pudiera lograr lo que haba anhelado tanto. Dirigi su voz a Dios, y le dijo: "Cmo pudiste ser tan cruel conmigo, t, que dices ser mi amigo, que me traj iste a estas tierras extraas y me has cuidado con el afn de que creciera?
No viste que ya me hallaba casi a la altura de los hombres que siempre he admirado? Pero me has cortado las oportunidades, y hasta mi dignidad y respeto he perdido entre mis semejantes.
Cmo pudiste hacerme eso? Cesar Henao Velez. Luis Antonio Cabello Holguin. Kleber Macias. Guido Roly Ayerve Tuiro. Piero Alberto Molina. Simulacro de preguntas examen final administracion salud. Lisbeth Garcia Rojas. Var Pao Pao. Anna Fernandez. Marcelo Bonini. Indra Morales Centeno. Su hijo puede ser adicto a las drogas. A nadie le gusta recibir castigo. A largo plazo, es la recompensa social y las consecuencias naturales premios que son las mayores recompensas.
Dios vive en un planeta cerca de la estrella Kolob. Recuerde que debe reconocer el comportamiento apropiado cuando sucede. Esto es de esperar. Dentro de 5 minutos, algo pasa que la hace enojar. Muchos Mormones encuentran mucho de su tiempo libre ocupado con el trabajo de la iglesia, intentando satisfacer las asignaciones numerosas que se les han dado. Tradition and the Historical Record [Inventando el Mormonismo: Algunas personas lo hacen de forma natural.
Esto requiere adquirir confiabza nueva habilidad. Michael Marquardt y Wesley P. Hay muchas cosas fuera de nuestro control que afectan a nuestras familias. No temas pedir ayuda a tus colegas, amigos o familiares cuando te sientas sobrecargado.
Ten paciencia contigo mismo. Para lograrlo de manera permanente, debes perseverar en dichos cambios por un periodo prolongado. Acepta tareas que sabes que puedes realizar. No dejes de lado un compromiso para completar otro. Evita exagerar cuando asumas una tarea. Aprende a decir que no cuando no puedas aceptar una responsabilidad. Negarte a hacer algo no te hace poco fiable. En vez de eso, demuestra que comprendes la importancia del pedido. No inventes excusas para librarte de una responsabilidad.
Debes ser honesto respecto a tus motivos para no aceptarla. Escribe tus promesas en una agenda.
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